
¡POLE-POLE!
Aquí os presento la nueva elaboración de la “carta” de mi restaurante, como podéis comprobar he mantenido todos y cada uno de los ingredientes, puesto que sé que son exquisitos para vuestro paladar. (Recordad dejad vuestra observación anotada en un posit en ella o en el mismo mantel, vosotros sois quienes mejor conocéis vuestro apetito) Sin embargo, he variado su combinación, he creado nuevas recetas que considero que se ajustan más a vuestro gran estómago de mundo, digo, de ¡hambre!
Tras muchos viajes, he descubierto que una buena nutrición es la clave del éxito en todos y cada uno de los caminos de la vida. En cuanto a la cocina, he comprobado que si quiero un buen guiso o una buena cocción debo encender los fogones desde primera hora, a fuego lento es como mejor se cocinan algunos alimentos. Y lo mismo sucede con la educación y sus tremendos bocadillos (asignaturas) los cuales pueden ser fríos, calientes, de verduras, de tortilla… Pero lo importante es que lleven pan y estén ricos, ¿o no?
Bien, dejo a un lado mi palabrería como chef y cambio mi delantal por una tiza y bata de “profe”.
He realizado estas modificaciones puesto que considero que a primera hora de la mañana es cuando mejor funcionan nuestras “cabezas”, tenemos mayor tranquilidad en nuestro cuerpo y el nivel de concentración es más elevado que a medida que sucede el día; puesto que con el paso de las horas también pasan las penas, las alegrías y las pompas de jabón que nos distraen en el aula. He considerado las tres primeras horas como las de máxima concentración, la cual va disminuyendo de manera progresiva cuando nos acercamos a la hora del recreo. Las tres últimas horas las reservo para las asignaturas prácticas, las cuáles requieren más de nuestro ingenio que de nuestra capacidad de concentración; y no por ello son menos importantes. Matemáticas e Inglés me parecen dos asignaturas de gran valor autónomo y dinámico, es decir, en las que tenemos que tener tanto mente como cuerpo activo en rutinas que (la mayoría de ocasiones) ya conocemos y realizamos de forma mecánica, lo cual hará que el tiempo quede invertido en pensar cómo resolver esa encrucijada y no en qué pelota escoger hoy para encestar en el recreo. Hago hincapié en estas dos asignaturas puesto que para CC y Lengua sobreentiendo que resulta sencillo interpretar el alto nivel de concentración que requieren sus explicaciones, o la importancia de una lectura activa (tanto en hora de lectura como en cualquier otra); al igual Religión / Optativa es una asignatura que fomenta más el diálogo y la participación por lo que no exige un alto nivel de atención y puede realizarse a última hora, cuando la parte física del niño, y también cognitiva, empieza a reflejar su cansancio.
Sin embargo, para finalizar sí quería soltar este pequeño toque de pimienta… Educación Física es una asignatura considerada por la escuela de “desahogo” para el alumno pero que en mi explicación anterior yo califico de asignatura PRÁCTICA; que cada uno le da su propia vuelta a la tortilla.

