¡Muy buenas! Hoy hemos recibido un curso de cocina presencial sobre la creación de raciones creativas y con mucha expresión.

La actividad que más nos ha gustado de este cursillo, ha sido esa en la que hemos creado junto con nuestros compañeros chefs, una cabalgata de Reyes y una procesión de Semana Santa. Ambos eventos son conocidos por los niños y, sobre todo en la cabalgata, disfrutan mucho. Es por ello, que al plantearles una situación cercana los niños se desinhiben, pierden la vergüenza y les resulta más sencillo participar en la actividad.

Además las cabalgatas y procesiones son como los platos típicos de cada lugar, son diferentes en cada ciudad o pueblo, de manera que cada niño puede aportar ideas diferentes acerca de cómo hacerlo. En nuestra cabalgata había ocas, algo que desconcertó mucho a los de Madrid pero para los de Guadalajara es ¡lo más normal del mundo! Vamos, como si vas a Madrid a comerte un bocata de calamares.

Al ser una actividad que incluye al grupo completo, motiva a que todos los niños se pongan de acuerdo, no sólo unos pocos, de esta forma, se fomenta la cooperación de manera sencilla y sin que se den cuenta. Creando al mismo tiempo unas raciones mucho más variadas, y completas que si solo contasen con la idea de un cocinero.

Por último, nos pasa como con la ensalada césar, es una actividad que no puede estar ni bien ni mal ya que nos han planteado un “problema” y le hemos buscado una solución, es por ello que cada cabalgata y procesión va a ser diferente, tal vez cuenten con elementos similares, pero nunca iguales. Es por ello que nunca va a haber un feedback negativo que pueda afectar a los niños.