No podíamos haber escogido un nombre mejor para la ensalada, porque sí, ¡los romanos ya preparaban ensaladas!

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El origen de la palabra viene de la "herba salata" de la época imperial romana y eran vegetales en crudo aliñados con agua y sal, poco después de su origen añadieron el aceite a la mezcla mejorando también la presentación de las verduras. Por último se añadieron el vinagre y el limón, creando así la vinagreta.

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Pensad qué pensarían en la época sobre este plato, seguramente, como diría Obelix:

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"¡Están locos estos romanos!"